El espectáculo de la Coral de Cámara de Navarra y Kon moción tendrá lugar el sábado en Baluarte
2/09/2020
Pamplona - La Capilla Renacentista de la Coral de Cámara de Navarra y la compañía de danza Kon moción han preparado para este sábado una cita especial, el programa Tempus in Templo, con coreografía y dirección escénica de Becky Siegel y dirección musical de David Guindano, director artístico de la Coral. El espectáculo tendrá lugar a las 20.00 horas en la Sala de la Muralla de Baluarte. Las entradas ya están a la venta por 15 euros.
Tempus in Templo supone la creación de un discurso coreográfico sobre música renacentista en directo y con textos extraídos, entre otras fuentes litúrgicas, del libro de los Salmos. Se trata de una danza que parte de lo religioso y busca también lo espontáneo y que encuentra su inspiración en el pasaje de Samuel, donde se afirma que el futuro Rey David alabó a Dios bailando. El título alude a la presencia del ritmo (tempus) en un entorno religioso (templo) y coincide felizmente con la intención de la UNESCO para la celebración de la danza en este 2019, cuyo mensaje de este año hace referencia a la espiritualidad.
Durante la presentación que tuvo lugar ayer, Becky Siegel comentó que esta producción llevaba rondando en su cabeza y en la de Guindano desde hace "varios años" y añadió que la compañía de danza Kon moción, compuesta por seis bailarines para este trabajo, "lleva profundizando en esta música desde otoño, trabajando en una mezcla de coreografía e improvisación guiada que supone una especie de híbrido" del trabajo que ella misma realiza con las dos compañías estables que dirige -Tempomobile y Kon moción-.
Siegel apuntó que de inicio "acercarse a esta música, algo que se ha hecho desde el máximo respeto y admiración, ha sido sanador", y añadió: "Los ensayos han servido para olvidarnos de lo que ocurre en el día a día de nuestras vidas, ayudándonos incluso a superar circunstancias complicadas personales que hemos tenido".
Asimismo, Siegel comentó que una idea importante para ella en este montaje "ha sido transmitir entre lo divino y lo humano. Partiendo de lo literal, lo humano, viajar a una abstracción; por ejemplo, en esa idea de la condición humana de dolor de la madre que ha perdido a su hijo, reflejado en el Stabat Mater de Josquin des Prez, hemos recreado ese dolor y después una sensación de vacío, casi oteiziana; una ausencia que nos conduce a una abstracción y una necesidad que, de alguna manera, como seres humanos plasmamos con arquitectura, música o danza", destacó.
Por su parte, David Guindano resumió las palabras de la coreógrafa con esa idea de "la belleza como respuesta a la tragedia de la vida". También aprovechó para contar que el coro estará formado por 16 cantantes en el orgánico máximo pero que no siempre cantarán todos ellos. El repertorio de música sacra seleccionado, con obras de hasta siete voces diferentes, a priori no es un repertorio pensado para ser bailado, pero el resultado es respetuoso, brillante y muy sugerente. - D.N.
La capilla renacentista Michael Navarrus acompañará vocalmente a la compañía de danza Kon moción, que este sábado interpretará en la sala de la Muralla de Baluarte la obra Tempus in Templo, un proyecto pensado para desarrollarse en espacios sagrados como templos, monasterios o claustros que fusiona música sacra y danza contemporánea.
La iniciativa ha sido presentada este miércoles en rueda de prensa por el director musical del proyecto, David Guindano, y la coreógrafa y directora escénica, Becky Siegel.
El espectáculo, pensado para interpretarse en lugares sagrados y característicos por su arquitectura, contará con la música en vivo de la sección de música antigua de la Coral de Cámara de Navarra.
En palabras de Guindano, esta iniciativa que “a priori puede parecer curiosa” porque se trata de un repertorio de 10 piezas que abarca todo el siglo XVI. Salvo excepciones, es música religiosa y que “no se asocia directamente con la danza”. Serán 16 personas las que interpretarán a capella hasta 7 voces diferentes.
Tras destacar la importancia de que sea música “en vivo y no enlatada”, Guindano ha considerado que es un espectáculo “muy exclusivo” porque no superará el aforo de 120 personas en la sala de la Muralla de Baluarte este próximo sábado a las 20 horas.
Respecto al título de la obra, el director artístico de la Coral de Cámara de Navarra ha remarcado que refleja “la idea de tiempo y de ritmo dentro de ese espacio tan especial como es el templo”.
Por su parte, la directora escénica asegura haber afrontado este reto “con mucho respeto y humildad”. “Me he dado el lujo de explorar esa música tan sublime de muchas maneras muy distintas: algunas piezas son más abstractas y otras más literales”, ha explicado Siegel, que ha subrayado la relevancia de la piedra.
“Lo que nos llega de los siglos pasados lo tenemos en piedra: en frisos, esculturas… Para mí, esas formas artísticas son la vida queriendo salir de la piedra –ha señalado-, de alguna manera quería reflejar esa tensión, la vida queriendo vivirse y el arte queriendo salir de la piedra y de la propia iglesia”.
Tras apuntar que seis bailarines crearán “un espacio mágico con sus pasos y sus cuerpos”, ha afirmado que “hay muchos momentos totalmente coreografiados pero otros donde los propios bailarines, a partir de pautas muy concretas, están creando en ese instante el movimiento”.
“Eso no lo puede hacer cualquier bailarín, pero son artistas de una talla extraordinaria y logran crear una belleza fuera de lo común”, ha garantizado Siegel, que ha apostado por “mostrar al público en general esta música tan atemporal, tan universal y que hoy en día sigue tan fresca, tan bella y tan actual”.
Según ha añadido, la Sala de la Muralla de Baluarte “parece una catedral, está toda la piedra a la vista y la sonoridad es muy especial para la música”.
También ha recordado que “la danza en sus orígenes era sagrada, pero luego es curioso cómo en la iglesia cristiana ha habido cierta tensión y de alguna manera se le echó del templo, aunque ahora hay un retorno”.
En la obra, que se interpretará a las 20.00, podrán verse alusiones a algunas obras escultóricas concretas, como La Piedad de Miguel Ángel.
Paula Etxeberria Cayuela 29/10/2020
En su afán por romper barreras entre las diferencias, Becky Siegel imparte este fin de semana el taller 'Retos para la inclusión en la danza', en el marco del Festival Zinetika
Pamplona – ¿Cómo afronta la realización de este taller, afectado por
cambios de última hora debido a las restricciones por la pandemia?
–Estoy contenta porque hemos encontrado una solución híbrida, creativa e interesante. Voy a
dividir cada día el taller en dos grupos, de manera que tendré uno presencial mientras la otra
mitad participa por Zoom, y el día siguiente a la inversa. Así podemos tener grupos muy pequeños
pero a la vez pueden participar los dos días, y además se aprende mucho observando.
¿Cuáles son ahora mismo los retos clave o más urgentes para la inclusión en
la danza?
–Bueno, ahora mismo estamos en una situación terrible para todo el mundo, y para personas con
discapacidad más aún. Entonces, hablar ahora de la inclusión... Estamos casi todos en algún riesgo
de exclusión, pero si además hay otros problemas añadidos, es muy complicado. Todo es complicado
ahora. Parecía que íbamos dando pasos, en este país igual vamos un poco atrás respecto a otros,
pero la idea es que los profesionales en artes escénicas no tengan miedo de la diversidad, que
podamos abrirnos más hacia incluir a personas con distintas capacidades en nuestras clases, en
nuestros montajes. Y el reto final es que no tengamos que hablar de esto, que ya esté asumido y ni
nos demos cuenta. Que la diferencia no sea algo que nos sorprenda, pero eso está un poco lejos.
¿Se va perdiendo ese miedo a la diversidad en las artes
escénicas?
–No. Está la cosa muy verde aún. Yo no veo que una persona con discapacidad se sienta muy cómoda
acudiendo a una clase de danza, no estamos ahí aún, para nada.
¿Es cuestión de superar prejuicios, de cambiar la educación desde la más
temprana infancia?
–Es cuestión de normalizar, quiero decir, que esto no sea un tema. Esa es la cuestión, que aún
sorprende. Me acuerdo de la primera vez que empecé a tener alguna clase con personas en sillas de
ruedas y de la sorpresa de profesores de otras clases... no les cabía en la cabeza que pudiera
pasar algo así. Aún estamos ahí, desgraciadamente.
Ahora hay más retos que nunca, porque lamentablemente de las crisis siempre
salen desfavorecidos los mismos, los más vulnerables.
–Exacto. Y por ejemplo, el tema de la discapacidad visual, que depende tanto del contacto físico,
y en estos momentos que se supone que tenemos que evitar el contacto y mantener la distancia
social, se ve muy afectado. Por ejemplo, el trabajo que habíamos iniciado con personas ciegas,
ahora mismo lo tengo aparcado, porque estoy trabajando en clase todo a distancia, sin contacto,
experimentando con cuestiones de cómo conectar a distancia, y les he dicho a los alumnos y alumnas
ciegas en clase que ahora mismo no lo puedo trabajar y que vendrán mejores tiempos.
¿Como está trabajando ahora su compañía Kon moción, en un momento en que
nos han limitado la libre expresión y el contacto físico?
–Decidí aparcar nuestras actuaciones con Kon moción, y teníamos muchas. Esta es una decisión muy
personal, otros artistas han tomado otras decisiones, pero es que yo ni siquiera veía claro cómo
ensayar con seguridad, porque el proyecto con el que estábamos es una obra con mucho contacto, así
que he optado por posponer esas actuaciones a la espera de mejores tiempos para poder ensayarlo
con seguridad y con tranquilidad. Y en cambio, estamos en un momento de experimentación,
disfrutando de conexiones a distancia. La verdad es que lo estamos gozando, a nivel de
investigación; igual ni siquiera desemboca en una actuación, pero estamos disfrutando de otras
maneras de conectar sin acercarnos físicamente.
¿Cómo?
–¡Aaaah! (ríe) La verdad es que el bailarín lo hace siempre, quiero decir, además del contacto
físico tenemos mucha conexión sinestésica, y coreográfica, estructural, que si el unísono, que si
variaciones, incluso intentamos hacer diálogos a distancia o casi sentir los otros cuerpos sin
tocarlos, y la verdad es que los cuerpos se hacen más amplios y se expanden más cuando tenemos más
espacio alrededor. Estamos intentando por lo menos sacar cosas positivas de este alejamiento
obligado en el que es difícil concretar proyectos, porque como está todo tan incierto... Además,
en el momento de mi vida en que estoy, el proceso para mí es más interesante que el resultado; el
puro proceso de jugar, de investigar, sin el estrés del estreno y todo lo que conlleva una
producción... Pues por lo menos me quito esas cosas difíciles para sobrellevar mejor este momento
vital.
¿Qué aporta la danza a todas las personas, y en especial a las personas con
distintas capacidades, y al contrario, qué aporta el contacto con la diversidad a una coreógrafa
y bailarina?
–Todo el mundo puede disfrutar bailando. Además, en estos momentos, yo que tengo muchas facetas
dentro de la danza, porque soy bailarina, soy profesora, soy directora, soy coreógrafa, y luego
tengo toda esta rama de trabajo que casi diría yo que es terapéutica, porque he hecho mucho
trabajo con danza y enfermedades crónicas, entonces en estos momentos estoy enfocando sobre todo
el aspecto de la danza que nos hace sentir mejor, porque creo que todos necesitamos ahora mismo
eso, sentir algo más positivo, más esperanzador, y si podemos partir de un cuerpo que se siente
amplio a pesar de un confinamiento y que conecta con otros cuerpos a pesar de no poder
acercarse... A través de esas experiencias podemos sentir además que tenemos herramientas dentro
de nosotros mismos que nos pueden ayudar a sobrellevar esta situación tan difícil. Todos podemos
disfrutar de la danza de esta manera. Y la otra parte de la pregunta, qué nos aporta trabajar
dentro de la diversidad, es una gran lección de vida. Primero, yo creo que lo esencial es entender
al otro. Realmente ponerte en el lugar del otro, esa es una de las cosas que más me decían después
de ver el espectáculo Maneras de ver, con personas ciegas: que habíamos logrado meter a personas
que veían en la piel de personas que no veían. Realmente entender la realidad del otro. Esa una
gran lección, entender al otro, comunicarte y entenderte a pesar de las diferencias. Superar esas
diferencias. Es un regalo poder conectar con otras personas tan diferentes.
Ha trabajado también con el colectivo de la tercera edad, ahora mismo uno
de los más vulnerables en esta crisis de la COVID-19...
–Sí, y siguen viniendo a clase.
¡Siguen teniendo ganas de bailar!
–Sí. Hombre, vienen con cierto temor... Esta mañana precisamente (dice por el pasado martes) tenía
clase con ellos en el Auditorio Barañáin y les noté con miedo en el cuerpo. Esa expresión empiezo
a entenderla como nunca, tenían los cuerpos muy duros, muy rígidos, y algo hemos logrado, sacar
ese miedo y soltar los cuerpos. Es una maravilla estar con esta gente, y ver cómo la semilla que
sembramos con el montaje El baile de los años ha dado sus frutos: mantienen las ganas y continúan
viniendo, nos seguimos juntando y van mejorando y experimentando esas posibilidades de sentir el
cuerpo como algo armónico, feliz y alegre.
Los retos que comentaba al inicio de la entrevista y de los que aún estamos
lejos, ¿cree que pasan por la educación y el hecho de que se valore la cultura como un bien
vital, como algo que nos forma como seres, no como mero ocio o hobby?
–Sí, no cabe duda de que la educación artística enriquece a la persona. Y la inclusión como valor;
se trata de normalizar la convivencia y la diversidad, eso es lo esencial, y hacerlo desde
pequeños.
Eso cambiaría el mundo. Esta crisis sanitaria ha puesto sobre la mesa lo
importante que es la empatía, el ponerse en la piel del otro. La solidaridad.
–Sí. Entender que estamos todos en esto juntos. Si logramos tener esa conciencia global,
avanzaremos.
"Ahora mismo, en esta situación de crisis terrible, estamos casi todos en algún riesgo de exclusión"
"Desgraciadamente, todavía no se concibe ver en una clase de danza a una persona en silla de ruedas"
"En este momento difícil, la danza puede dar recursos para
sentir el cuerpo como algo armónico, feliz y alegre"
EL TALLER
Sábado y domingo, en Baluarte y 'online': El taller Retos para la inclusión en la danza que impartirá este fin de semana, sábado y domingo de 10.00 a 13.00 horas Becky Siegel, será en un formato híbrido. Parte presencial, en la Sala Bulevar de Baluarte, y parte online, a través de Zoom. La actividad se enmarca en el Festival Zinetika, que cumple este año su quinta edición.
Contenido: La inclusión no es solo una palabra bonita sino una meta, un propósito de participar plenamente en nuestro mundo diverso. En este taller, abierto a profesionales de la danza y alumnos avanzados, se expondrán pautas de trabajo para adaptar las metodologías de enseñanza en esta disciplina de las artes escénicas y se explorará la riqueza de la diversidad en los procesos creativos.
LA PROTAGONISTA
De Nueva York a Pamplona. Becky Siegel, coreógrafa y profesora de danza, norteamericana de origen y formada como bailarina en Nueva York, vive en Pamplona desde el año 1992, donde dirige las compañías de danza Tempomobile y Kon moción.
Maestra. Desde 2013 amplía su ámbito de enseñanza, ofreciendo clases a personas con enfermedades crónicas, discapacidad y/o de la tercera edad, y a partir de 2016 comienza una etapa creativa de montajes inclusivos Sobre ruedas, con bailarines en sillas de ruedas; El baile de los años con personas de la tercera edad, y Maneras de ver con personas con discapacidad visual.
Becky Siegel. Dantzari eta koreografoa
2020ko irailak 13 / Iker Tubia
Bizitza dantzan eman du Becky Siegelek (Denver, Colorado, AEB, 1959). Dantzaria, koreografoa eta zuzendaria da. New Yorken ikasitakoarekin egin du bere ibilbidea, batez ere koreografo gisa, sortzea baita gehien maite duena. 1992tik Iruñean bizi da. Dantza ulertzeko ikasketek eraman dute dantzaren alde terapeutikora, eta horretan ari da buru-belarri.
Zerk eraman zintuen dantza ikastera? Zure inguruak?
Familian ez zen dantzaririk, baina denak musikariak ginen. Bat-bateko maitemina izan zen. New
Yorken hazi nintzen, eta, diru askorik ez izan arren, ama saiatzen zen gauzak ikus genitzan. 6
urterekin, joan den mendeko klasikoaren bi erraldoi ikusi nituen Romeo eta Julieta ballet obran:
Rudolf Nureyev eta Margot Fonteyn. Kolpean maitemindu nintzen. Hori egiten ikasi nahi nuen.
Amari dantzari izan nahi zenuela esan, eta izena eman zenuen?
Bai, lehenbizi Queens auzoko eskolan. Gero, klasiko eskola handietara eraman nahi ninduten, baina
bihurria nintzen, eta garaikidea nahi nuen. Nire heziketa ez zen oso ortodoxoa izan: oso gazte
hasi nintzen garaikidearekin, Merce Cunninghamen eskolan, baina, klasiko eskolak falta nituela
eta, itzuli egin behar izan nuen.
Zer giro zegoen garai hartan New Yorken?
Artearen alorrean, oso garai interesgarria zen. Dantzan, garai zirraragarria eta sortzailea izan
zen, eta dantza garaikideko eta inprobisazioko teknikak ikasi nituen. Gogo handia zegoen
esperimentatzeko eta gauzak egiteko.
Oso ezberdina da dantza han eta hemen?
Dagoeneko ezin dut hangoaz hitz egin; bizitza erdia daramat handik kanpo. Iruñean oso gutxi zegoen
etorri nintzenean, baina orain asko dago. Dena den, niretzat interesgarria zen, gauzak ikusi eta
jaso baino gehiago, gauzak egin nahi nituelako: nire konpainia sortu, irakatsi, sorkuntzan
aritu...
AEBetan nolakoa izan zen zure ibilbidea?
Klasikoa eginda, garaikidearekin tematurik segitzen nuen. Are, ez nuen dantzari izan nahi,
koreografo baizik. Baina, horretarako, asko jakin behar nuen dantza teknikei buruz, eta konpainia
anitzetan aritu, ikasteko. Cunninghamen eta Martha Grahamen eskoletan ikasi nuen, eta 18 urterekin
bizkarrean min hartu nuen. Esan zidaten ez nuela berriro dantzatuko. Ez nuen sinetsi; ezinezkoa
zen. Orduan, Columbiako unibertsitatean dantza titulua atera nuen.
Zer ikasi zenuen lesio hartatik?
Hobeto lan egiten lagundu zidan, eta teknika berriak ikasi nituen. Esperientzia horrek
indarberritu egin ninduen, eta dantzatzeko, koreografiatzeko eta gauzak probatzeko gogoa bizitu
zidan. Denbora luzez Cynthia Novacken eta Richard Bullen inprobisazio konpainian aritu nintzen,
eta nire heziketako gauza garrantzitsuenetako bat izan zen hori. Inprobisazio teknikek izugarri
lagundu ninduten koreografo eta zuzendari gisa.
Dantza eta sakrifizioa loturik daude?
Niretzat ez da sufrimendua izan. Bide zaila da, baina maite dugu sakrifizio hori. Are, sakrifizio
handiagoa litzateke hori ez egitea. Noski, oso prekarioa da; oso zaila da ekonomikoki duina den
bizitza orekatu bat aurrera eramatea.
Zerk eraman zintuen Bartzelonara 1987an?
Mikel Esparza senarrak Arte Ederrak ikasten zituen New Yorken, baina Iruñera itzuli nahi zuen.
Niretzat Iruñea txikiegia zenez, Bartzelonara joan ginen.
Zer aurkitu zenuen han?
Bizimodu mediterraneoa maite nuen: castell-ak, eguzkia, hondartza...
Arkitektura maite dut, eta horrek txunditu ninduen; hiri ederra da. Baina banekien ez nintzela han
geldituko.
Iruñera 1992an ailegatu zinen. Ez dirudi dantzari baten helmugarik
egokiena.
Askotan galdetu didate horri buruz. Nire izaeragatik, toki ezin hobea da. Ez dut borroka maite,
eta hiri honek neurri humanoa du. Komunitate baten parte sentitzen naiz. Une hartan sortu egin
nahi nuen, eta lan egiteko jende ezin hobea aurkitu nuen, aurreiritzirik gabekoa. Izan ere,
Bartzelonan eta New Yorken esnobismo pixka bat dago. Sorpresa ederra izan zen: New Yorketik heldu
nintzen, baina, hemen, kontatzeko nuena ulertzen zuten. Saiatzen naiz denek ulertzeko moduko
lengoaia bat garatzen. Publikoarengana ailegatu nahi dut.
Nola bilatzen duzu lotura hori?
Lanean ari naizenean, ez dut pentsatzen ea hau ulertuko ote den. Saiatzen naiz kontzeptu
unibertsalak lantzen, eta obrak egitura koreografiko ulergarrien gainean osatzen. Horrekin batera,
dantza izan dadila indartsua, erraietan sortua, zirraragarria, osoa... Dantzaren lengoaia
erraietatik ateratzen da, eta estetikoa da; gorputzetik gorputzera doa. Ongi dantzatzen baduzu,
ikuslea astinduta aterako da. Dantza eskura ematea, dantzariaren eskuzabaltasuna, grabitatearen
kontra buru-belarri borrokatzea... esfortzu horrek beti ukitzen du ikuslea.
Gaztetatik nahi zenuen koreografo izan. Zergatik?
Sorkuntzak zoratu egiten nau; sormen energia hori liluragarria da. Dauden plazeretan handienetako
bat da. Batzuetan asko sufritzen dut; ez da deus ateratzen, blokeatu egiten zara, baina sortzen
ari zarela sentitzea sekulakoa da.
Tempomobile konpainia sortu zenuen Iruñean. Sormen gogoak bultzatu zintuen
horretara?
Toki batean errotzeko aukera izan nuenean, erabaki nuen jendea bilatu eta talde bat osatzea.
1994an hasi ginen, eta amets bat izan zen, oso aberasgarria. Sortzeko eta ikasteko baliatu nuen,
lanbidea ikasten ari bainintzen.
Nafarroako Antzerki Eskolan irakasle hasi zinen, gainera. Zer
moduz?
Hemengo nire lehenbiziko lanetako bat izan zen, eta iaz utzi nuen. Tarteka aparteko talentua zuen
landu gabeko dantzariren batekin egiten nuen topo. Dantzari iturri bat izan zen niretzat. Gainera,
efikazia handiz irakasten ikasi nuen, hilabete gutxi batzuetan dantzan defendatzeko moduko
oinarrizko pautak eman behar nizkielako. Ez zuten Bolshoin dantzatuko, baina dantza garaikideko
zenbait alorretan oso ongi defendatzeko gai ziren.
Ikasitakoa transmititzea garrantzitsua izan da zuretzat?
Dantzariok normalki aukera gehiago ditugu irakaskuntzan. Ni ere hala hasi nintzelakoan nago,
baina, urteak pasatuta, irakasteak txoratu egiten nau. Gero eta gehiago eman dezakedala uste dut.
Nolatan hasi zinen esklerosi anizkoitza zutenekin lanean?
Zailtasun eta frustrazio handiko garai bat izan nuen. Dantzari buruz hausnarketa egin nahi nuen:
Zer da dantza? Zergatik da hain indartsua? Master bat egin nuen Madrilen; Sakratua eta profanoa dantzan izan zen bukaerako lana. Dantzaren
historian eta haren atal guzietan bidaia zoragarria egin nuen, eta uste dut hor piztu zitzaidala
besteak dantzaren bidez laguntzeko gogoa. Izan ere, edozer zela ere, dantzak beti salbatu ninduen
ni. Esklerosi Anizkoitzaren Nafarroako Elkartearekin hasi nintzen, kontu handiz, informatuz eta
psikologoen eta fisioterapeuten laguntzarekin. Sekulakoa izan zen: ongizatea eta mugikortasuna
hobetu zituzten. Gero hasi nintzen parkinsona zutenekin, elbarriekin, ikusmen arazoak
dituztenekin, zaharrekin...
Zer sentitzen du elbarri batek dantzan jartzen duzunean?
Batzuk ari ziren; Tuterako LUA konpainia, adibidez. Bazekiten ez zela hesirik, ezerk ez zituela
geldituko. Teknika irakatsi nien, oso zorrotza bainaiz zuzendari eta irakasle gisa. Edozein
pertsona bultzatzen dut egiteko gai den horretaraino. Beste pertsona batzuei mundu bat ireki zaie,
eta gorputza berriz ere lotu dute harmoniarekin eta gozamenarekin.
Beraz, dantza guziendako da?
Bai, guztiz.
Baina askok esanen dizute ez dakitela dantzan. Lotsagatik?
Lotsarena oso hemengoa da; niretzat gauza berri bat zen. Lotsa ikaragarria da irakaskuntzan.
Dantzan hasieran ezin okerrago ateratzen zaizu dena, baina hortik pasatu behar duzu. Horregatik
maite dut zaharrekin edo gaixotasunen bat dutenekin aritzea, ez baitute astirik lotsatzen
ibiltzeko.
Masterrean zer ondorio atera zenuen? Zer da dantza? Zergatik da hain
indartsua?
[Irri egin du]. Gai sakona da. Garai hartan amak Mircea Eliaderen Sakratua
eta profanoa liburua eman zidan, eta hau irakurri nuen: «Espazio bat antolatzea jainkoen
lan paradigmatikoa errepikatzea da». Orduan ulertu nuen dantzaren indarra: espazio baten
sorkuntza. Dantzari bat estudio batean sartzen denean eta kontzienteki bere gorputza espazio
batean sentitzen duenean, dantza dago. Berdin aulki gurpildunean: beren gorputzaren kontzientzia
dute espazioan; beraz, espazioa eraldatzen dute. Dantzariak hori egiten du: bere gorputzarekin
espazioa eraldatu.
Gorputza, espazioa eta musika.
Oso-oso garrantzitsua da hori. Gainera, dantza terapia gisa lantzen hasi nintzenean, musikaren
hautaketa oso garrantzitsua zen. Mozart edo Beethoven aditzean haien gorputzak zabaldu, askatu,
erlaxatu eta eraldatzen dira.
Euskal dantzak ikasi dituzu?
Hona ailegatu bezain pronto ikasi nituen, kultura baten parte izateko modurik onena kultura
horretako jendearekin dantzatzea baita.
Eta zer moduz?
Ederrak iruditzen zaizkit. Baina jotak oinetako mina ematen dit, eta, gero, gorputzaren
zurruntasuna... Gorputza eusteko modu hori miresten dut, baina nik egiteko ez da gehien maite
dudana.
Martes, 27 de febrero de 2019
Becky Siegel y Kon moción siguen explorando la danza y la diversidad. Nueva prueba de ello es el proyecto Maneras de ver, en el que diez bailarines con y sin discapacidad visual descubren nuevos sentidos para conceptos como percepción, espacio, prejuicio.
El casting me lo hicieron ellos a mí
, cuenta Becky Siegel, coreógrafa y fundadora de la
compañía Kon moción. Se refiere a Maneras de ver, proyecto en el que dirige a cinco de sus
bailarines habituales con otros cinco que nunca habían bailado y que tienen distintos grados de
discapacidad visual con el objetivo es descubrir otra danza
, la que existe más allá de lo
que ven nuestros ojos. Aplicar otros sentidos, explorar otras formas de mirar, experimentar otras
sensaciones y reflexionar sobre conceptos como espacio, percepción o movimiento son otros fines de
esta propuesta que se estrenará el 5 de abril en la casa de cultura de Zizur Mayor.
Respaldada por el programa Innova Cultural de Fundación La Caixa y Fundación Caja Navarra, esta
iniciativa supone un nuevo paso en la línea que Siegel y Kon moción abrieron en 2013 con una
primera actividad no enfocada a la exhibición en la que trabajaron con personas con enfermedades
crónicas, de manera terapéutica, con la intención de usar la danza para aliviar el
sufrimiento
. Continuaron en 2016 con Sobre ruedas, un espectáculo realizado en colaboración
con Lua, compañía de la asociación Amimet, en la que demostraron que la creatividad vence a la
discapacidad física. Y en 2018 con El baile de los años, montaje con Ados Teatroa que conectaba
sobre las tablas a personas de tres generaciones distintas, con especial atención al colectivo de
la tercera edad. Un extenso camino en torno a la danza y a la diversidad que ahora pone el foco en
la discapacidad visual con Maneras de ver.
Los ensayos comenzaron en enero en el Centro de Arte Contemporáneo de Huarte, donde los/as
participantes se reúnen dos veces por semana en sesiones en las que también participan la
fotógrafa Blanca Razquin y Jesús Iriarte, que realiza un documental sobre el proyecto. Dos
profesionales que trabajan en medios visuales y que en este caso tienen que encontrar la forma
de transmitir cómo es la danza cuando no se ve
, dice Siegel.
Sin duda, a la coreógrafa estadounidense afincada en Navarra desde 1992 le gustan los retos, y
este es el más grande que he tenido hasta ahora
. La responsabilidad tanto por el
bienestar de los cinco bailarines con discapacidad como por el resultado artístico del montaje
es tremenda
, y le está quitando un poco el sueño, aunque, a la vez, el proceso está
siendo muy rico
. Para todos, también para sus bailarines habituales, que son
extraordinarios como artistas y fuera de serie como personas
. Son muy grandes, no solo
aportan su experiencia profesional, sino que velan en todo momento por sus compañeros, esto es
una enseñanza para la vida
, agrega la fundadora de Kon moción, que llegó a los otro cinco
bailarines a través de la delegación navarra de la ONCE y de su coordinadora cultural, Miriam
Tendero. Me los presentó, les comenté mi propuesta y mi manera de trabajar y en realidad fueron
ellos los que me eligieron a mí
, señala. Son muy diferentes entre sí, algunos son ciegos
de nacimiento, otros han perdido la visión por una enfermedad o la están perdiendo ahora
,
cuenta, y destaca la entrega que han demostrado en todo momento.
Antes de iniciar la fase de ensayos, Siegel y los bailarines de la compañía recibieron formación
en la ONCE, y entonces descubrimos que las personas invidentes tienen una sensibilidad especial
hacia el espacio, igual que los bailarines
, así que desde el principio se generó un
ambiente de mucha confianza, y quizá es ahora, una vez avanzado el proyecto, cuando hay más
nervios hay porque también ha aumentado la exigencia
, continúa. Maneras de ver será un
espectáculo a caballo entre la coreografía fija y la improvisación coreográfica en el que se
explorarán distintas cuestiones, como, por ejemplo, qué es ver y qué es la danza cuando no se
ve
. En ese sentido, se trabajará también el texto para que los bailarines expliquen qué
sienten
. Siegel recuerda que cuando empezaron a prepararse, mis bailarines experimentaron
lo que era bailar con los ojos cerrados, y es curioso, porque en algunos casos les ayudó a que
les salieran cosas que llevábamos años trabajando
, lo resulta muy significativo. Y es que
a veces la vista se convierte en un obstáculo porque la percepción muchas veces está acompañada
de ideas preconcebidas
. Además, en estos tiempos, estamos rodeados de pantallas que
arrojan imágenes constantemente, muchas de ellas falsas, y este espectáculo también es mi
pequeña rebelión contra eso
, subraya la coreógrafa. La sensación de invisibilidad, a veces
mala porque la indiferencia duele, a veces buena por la libertad que ofrece, también se aborda en
esta propuesta que bailará al ritmo de new age, jazz y pop.
Becky Siegel está convencida de que estos montajes son oportunos porque la sociedad necesita
humanizarse
. Entre otras muchas cosas, a ella le han servido para ser mejor
profesora
. He aprendido a trabajar con limitaciones, lo que me ha enseñado a tener nuevos
recursos también cuando doy clases a bailarines
, indica. Es fantástico poder seguir
renovándome y encontrar nuevos sentidos para la danza
termina.
la vista es un obstáculo porque la percepción suele venir con ideas preconcebidas Becky Siegel, directora de Maneras de ver
De Maneras de ver saldrá también un libro donde se recopilarán reflexiones de los
participantes. Será algo así como muchas maneras de ver el proyecto Maneras de ver
, cuenta
Becky Siegel.
Kon moción ofrecerá talleres a profesionales de la danza de Navarra para mostrarles cómo hemos
trabajado
. De esta manera, la coreógrafa también quiere formar a otras personas para que
estén preparadas para integrar la discapacidad en determinadas clases. Porque todos sabemos
bailar y los profesores tenemos que estar dispuestos a trabajar la diversidad
, dice Siegel.
Ana Oliveira Lizarribar, Oskar Montero. Jueves, 4 de abril de 2019
Pamplona - Ahí fuera, en el mundo, parece que nadie quiere entenderse, y aquí dentro desde el
principio la comunicación fue tan fácil...
La coreógrafa Becky Siegel se refiere así al
proceso de creación de Maneras de ver, espectáculo de la compañía Kon Moción en el que cinco
bailarines videntes y cinco con discapacidad visual integran sus distintas formas de relacionarse
con el espacio y con los demás, superando las barreras de lo meramente visual y apostando por
la danza que se siente y la que se imagina
. El estreno tendrá lugar mañana, a las 20.00
horas, en Zizur Mayor.
Siegel presentó ayer el proyecto a los medios en la casa de cultura que acogerá la primera
función acompañada de su responsable, José Mari Asín, para quien la apuesta por la danza es una de
las “señas de identidad” de este centro desde su nacimiento en 1992, a pesar del espacio
escénico que tienen que soportar los bailarines
. Del mismo modo, subrayó los 20 años de
actividades de mediación y creación de públicos de la casa de cultura que dirige. Los centros
culturales públicos no solo debemos ocuparnos de llenar las salas, sino también arriesgar;es
nuestro deber político, social y cultural. A veces no es tan importante contar la cantidad de
espectadores que vienen como visibilizar realidades que muchas veces permanecen olvidadas
,
agregó, e insistió en el apoyo a las/os creadoras/es locales como parte indispensable de la labor
de estos espacios. También asistieron a la rueda de prensa Irantzu Vázquez, en representación de
Fundación Caja Navarra, e Izaskun Azkona, en nombre de la Fundación la Caixa. Ambas entidades
promueven el programa Innova Cultural que ha subvencionado con 27.000 euros Maneras de ver y que,
en palabras de Vázquez, pretende impulsar propuestas con impacto social
como esta. La
segunda convocatoria de estas ayudas ya está en marcha con un notable incremento en la dotación,
pasando de 500.000 a 650.000 euros.
“Me ha puesto a prueba”. Becky Siegel tiene ya mucha experiencia en el trabajo con
personas con discapacidad. Sin embargo, reconoce que este ha sido mi mayor reto
. Me ha
puesto a prueba en todo momento. Quería entrar a ciegas, para ver qué pasaba, y hacerlo así es
más incómodo, pero estaba convencida de que iba a sufrir y desde ahí iba a crecer
, afirmó
ayer la coreógrafa, que agradeció el apoyo de la Casa de cultura de Zizur Mayor, en la que me
siento como en casa
, y del Centro de Arte Contemporáneo de Huarte, donde durante los últimos
tres meses han desarrollado el espectáculo. También a Innova Cultura, por su interés en ayudar
a personas que queremos transformar la sociedad a través de la cultura
, y, por supuesto, a
los diez bailarines que conforman el elenco, cinco de Kon Moción y cinco procedentes de la ONCE.
El proceso ha sido duro y difícil, pero el encuentro fue feliz y la comunicación, sencilla
.
Descubrir la forma de enseñar los movimientos a personas que no pueden ver es una de las formas
de baile más bonitas que he visto y la esencia de esa idea está en el montaje final
, que
gira en torno al concepto de ver en un momento como el actual, en el que recibimos miles de
imágenes a través de las redes sociales y quizá nos hemos olvidado de mirar despacio, de
percibir las sutilezas o de conectar con el otro
.
Por su parte, Ana Zabalza, una de las bailarinas invidentes, confesó estar experimentando una
mezcla de sensaciones
de cara al estreno de mañana, que van desde los nervios lógicos hasta
el orgullo por el aprendizaje personal
que ha supuesto conocer a personas dispuestas a
romper moldes y a transformar las cosas
. Hemos conseguido algo muy importante entre
todos, y es demostrar que desde la diferencia se puede crear algo bello
, añadió. Zabalza,
que hasta ahora solo había bailado de manera amateur, reconoció que al principio me costó
confiar
, pero he aprendido a ver de otras maneras, a fluir con otras personas
,
indicó. Y contó que el lunes realizaron su primer ensayo en el escenario de Zizur, donde hemos
puesto a prueba nuestra capacidad de adaptación y hemos fluido como el agua
.
Cinco bailarines de la compañía Kon moción y cinco personas con discapacidad visual, participan en el montaje de danza “Maneras de ver”, que invita a replantearse lo que entendemos como visión. Mañana se estrena en Zizur.
Nerea Alejos. Jueves, 4 de abril de 2019
Después de llevar a escena montajes como El baile de los años o Sobre ruedas , en el que participaban personas en silla de ruedas, la compañía de danza Kon moción y su directora Becky Siegel, han afrontado un nuevo desafío sumar a su elenco a cinco personas con discapacidad visual y experimentar juntos una nueva manera de bailar, más allá de lo meramente visual, explorando otras sensaciones.
Vivimos en un momento dominado por la imagen, donde parece que todo se entiende a simple
vista: las redes, el Instagram... No somos capaces de cerrar los ojos y de sentir, de escuchar y
de ver sutilezas, ver despacio... Con este proyecto queremos aprender a ver de otras
maneras
, reflexiona la coreógrafa y profesora de danza Becky Siegel.
En 1994 fundó la compañía Tempomobile y en 2007 creó Kon moción, un conjunto que apuesta por la danza como herramienta de investigación y como fuerza transformadora de la sociedad. Tras un proceso de creación que ha llevado tres meses de trabajo en el Centro de Arte Contemporáneo de Huarte, Kon moción estrena mañana Maneras de ver, en el escenario de la Casa de cultura de Zizur Mayor. El proyecto ha sido seleccionado dentro de la convocatoria Innova cultural 2018 de La Caixa y Fundación Caja Navarra por fomentar la inclusión, la igualdad y la innovación.
Maneras de ver gira en torno a la comunicación y la relación entre las personas, las maneras de
estar en la vida, de conectar, de desconectar... Durante la creación del montaje, los bailarines
han aprendido como conectar entre ellos y como crear un espacio entre todos. Ha sido un
encuentro feliz desde el primer momento porque no ha habido ningún problema de comunicación
,
señala Becky Siegel. Todo comenzó con un inusual casting en la delegación navarra de la Fundación
ONCE. Ese casting era más para mí que para los bailarines, porque ellos tenían que ver si les
gustaba mi manera de trabajar
, cuenta Siegel. Allí afronto sus primeros miedos. ¿Sabré
expresarme, sabre enseñar movimientos sin que ellos me vean?
, se preguntaba. La coreógrafa
puso a trabajar a los bailarines por parejas, cada una formada por un bailarín con vista y otro
ciego. Descubrir la manera de que unos enseñaran frases de movimientos a los otras ya era en si
un baile tan bonito... Pocas veces he visto un baile tan interesante, así que he querido guardar
ese proceso dentro del espectáculo
. Por su parte Siegel se propuso entrar a ciegas
en
esta experiencia, pero tenía la confianza de que desde la incomodidad iba a surgir algo
interesante
.
Ana Zabalza, de 26 años, es una de las bailarinas que llegaron a este proyecto a través de la
Fundación ONCE. Al principio tenía una mezcla de sensaciones, muchas de ellas basadas en la
inseguridad
. Según explica, el proceso de creación ha tenido sus altibajos. Algunos
aspectos han sido fáciles, otros no tanto... Ha sido un aprueba para todos. Reconozco que soy
muy desconfiada y me ha costado entrar
.
Anteriormente, Zabalza ya había bailado coreografías más estructuradas y rítmicas
, pero
nunca se había enfrentado a un trabajo de este nivel, más basado en la improvisación a partir de
música muy variada. A veces me extrañaba porque no es una música de la que yo hubiera sido
capaz de sacar una coreografía
.
Zabalza valora que ella también ha aprendido a ver de otras maneras, por el contacto, por lo
que la música te va inspirando o por lo que la otra persona te está transmitiendo
. Su
balance está lleno de vivencias positivas. Lo que más me enorgullece de este proyecto es el
crecimiento personal, el crecimiento compartido con gente maravillosa que está dispuesta a
romper moldes y la sensación viva de que podemos construir algo bello a partir de una diferencia
que puede ser entendida como dolorosa
.
Idoia Dávila Uzkudun - San Sebastián. - Lunes, 29 enero 2018
Uno de los 18 proyectos seleccionados en la convocatoria de Art for Change La Caixa ha sido impulsado por la compañía guipuzcoana Ados Teatroa. La iniciativa, que lleva por título 'Derechos humanos a escena: el baile de los años', es una propuesta que se basa en la danza intergeneracional, a la cual se destinarán 25.000 euros.
Art for Change busca apoyar iniciativas en las que colectivos en situación de vulnerabilidad, liderados por artistas y creadores, trabajan juntos para crear un programa que conjugue la creación artística y la transformación personal y social. Por ello, la propuesta de Ados Teatroa ha sido seleccionada entre las 224 presentadas en 2017.
'Derechos humanos a escena: el baile de los años' es una obra que, mediante las artes escénicas, pretende transformar la sociedad, abriendo un proceso de reflexión sobre los derechos humanos, y más concretamente, sobre la Declaración de Derechos Humanos Emergentes (DUDHE). En este espectáculo en particular participarán personas mayores, como colectivo en riesgo de exclusión, y a ellos se sumarán jóvenes y niños en un proceso creativo que, mediante la metodología 'work in progress', irán creando entre todos y culminará en un espectáculo de danza.
La iniciativa aborda la interacción entre generaciones, «y no sólo el tema de los mayores», apunta José Ignacio Vitoria, el autor del proyecto. «Tendemos a arrinconarlas, pero no queremos dar un servicio a las personas mayores, sino a la sociedad».
Las personas de la tercera edad que participarán en este proceso han sido elegidas mediante un casting en el que la demanda superó las expectativas. Los veinte elegidos colaborarán con nueve jóvenes y niños de entre 9 y 17 años, además de con los profesionales y coreógrafos que liderarán el proyecto.
La coreografía correrá a cargo de Becky Siegel, bailarina estadounidense residente en Pamplona, donde imparte clases de danza contemporánea e improvisación. Esta artista ha trabajado con personas de la tercera edad, dentro del programa Senior de la Universidad de Navarra, y ha colaborado como profesora en el festival internacional de danza y discapacidad Meet Share.
Para el desarrollo de esta obra, y siendo objetivo la proximidad y la participación, Ados Teatroa ha planteado un proceso abierto y en continua evolución atendiendo a las sugerencias del público. La compañía buscará el diálogo en las redes sociales, donde publicarán información y recibirán sugerencias del público. Esas aportaciones se incorporarán a las sesiones de trabajo semanales y, finalmente, se ofrecerán ensayos de puertas abiertas, para que los espectadores puedan aportar nuevamente ideas, opiniones y experiencias.
La ayuda económica recibida gracias a la convocatoria de Art for Change les será de gran ayuda, pero «no es lo más importante», recuerda Vitoria, «lo importante es el proceso y su difusión».
No se trata de un espectáculo único, ya que Ados Teatroa ya planteó y escenificó 'Derechos
humanos a escena' en 2016. En aquella ocasión ofreció una obra teatral centrada en otro colectivo
en riesgo de exclusión, el de los desempleados. La propuesta de la compañía es hacer un proceso
anual en forma de 'work in progress' con diferentes temas en cada una de sus ediciones
, y
basándose en la DUDHE. Creemos que la interacción que este método permite con la sociedad
entronca perfectamente con el espíritu de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
Emergentes, basada desde su origen en la participación activa de la ciudadanía
.
El proyecto surgió tras un proceso de reflexión que se llevó a cabo dentro de Ados Teatroa.
Quisieron colaborar con ONGs, pero al final idearon esta iniciativa que propone utilizar el
lenguaje que mejor dominan, el de las artes escénicas, como herramienta de transformación para
concienciar, difundir y crear debate. Las artes escénicas son una excelente forma de expresión,
pero también una forma de conocimiento, tanto de nuestro entorno como de nosotros mismos. Y
puede ser además una forma de transformar nuestro entorno
.
Todavía no se sabe cómo será la obra, ya que el 'work in progress' dara comienzo hoy mismo. Antes de abrir el proceso al público, «el primer paso será escuchar» al colectivo de personas que participan en la obra porque «queremos verles, saber cómo es su relación con el resto de la sociedad», cuenta Vitoria. «No tenemos un texto, lo iremos descubriendo con ellos».
A pesar de esto, la obra ya tiene fecha de estreno. El 2 de marzo estarán en el auditorio Barañain, por lo que el proceso creativo se limitará a poco más de un mes. La compañía también espera actuar en otras localidades navarras y algunas guipuzcoanas, y la Universidad Autónoma de Madrid y el festival de danza de Navarra ya han mostrado su interés por el proyecto.
Después de este espectáculo el proyecto seguirá adelante. Ados Teatroa pretende concluir en 2022 el proyecto que comenzó en 2016; todos los años abordarán un tema y una disciplina distintas, siguiendo siempre el mismo proceso.
Miércoles, 21 de febrero de 2018
Barañáin - La “pedrada” de Ados Teatroa, en boca de su productor
José Antonio Vitoria, es generar un entorno de reflexión con su programa Derechos Humanos a
Escena, iniciativa que vio la luz en 2016. En esta ocasión el colectivo en riesgo de exclusión
sobre el que se ha puesto el foco es el de las personas mayores. El Baile de los años se sirve de
las artes escénicas, en este caso la danza, como herramienta de transformación social. Y en la
residencia artística que acoge el Auditorio Barañáin tan importante es el espectáculo final
como el proceso y todo lo que genera
, detalló Vitoria.
El Auditorio acogió ayer la presentación en sociedad de esta propuesta artística en torno a las
relaciones entre distintas generaciones, trabajo que culminará el próximo 2 de marzo con el
estreno del espectáculo (20.00 horas). Una docena de personas mayores con muchas ganas de danza
ejerce de indiscutible protagonista, pero comparte tablas y coreografías con todas las
generaciones que les siguen sin alcanzarles en canas, empezando por una minúscula bailarina de 6
años, tres adolescentes o los adultos -profesionales de las artes escénicas- Montse Zabalza, Ion
Barbarin y Txori García Úriz. Nuestra tesis es que juntos estamos mejor
, defendió ayer la
directora del espectáculo Garbiñe Losada frente a las prisas de una sociedad que aparta a la
gente mayor, como ellos mismos nos cuentan
.
La coreógrafa estadounidense Becky Siegel (Kon Moción), que ya ha desarrollado previamente
programas de danza para personas con esclerosis múltiple o Parkinson, pone en esta ocasión sus
conocimientos al servicio de un proyecto convertido en un encuentro riquísimo. Todos estamos
aprendiendo mucho;los mayores de los jóvenes y los jóvenes de los mayores. Y está siendo muy
fácil
, expresó Siegel sobre el proceso, un flechazo inmediato con unas conexiones muy
profundas
, comentó agradecida.
Un reportaje de Mikel Bernués - Fotografía Unai Beroiz - Miércoles, 28 de febrero de 2018
Cuando Becky me ofreció venir aquí me hizo una ilusión terrible. Pero el primer día me hundí
totalmente, pensé en dejarlo. Me recordó de buenas a primeras que tengo 77 años, principios de
Parkinson, el corazón como una patata y todas las goteras que os podáis imaginar
, les cuenta
Daniel de la Fuente a los alumnos de la Escuela Navarra de Teatro que fueron a verle ensayar.
Comparte escenario con 11 mayores más con muchas ganas de danza. Señoras y señores metidos en un
work in progress.
Tuve la suerte de dar con estos compañeros y dije, ‘voy a seguir hasta donde pueda’. Y empecé
a descubrir todo lo que me aporta. No voy a recuperar mi juventud. Eso ya pasó y es historia.
Pero he descubierto que lo que puedo hacer en esta situación de limitación me va a servir para
disfrutar de lo que me queda de vida, de mi ilusión, de lo que tengo dentro
, sigue Daniel.
Ha sido descubrir el auténtico baile, la expresión corporal
, dice.
Después de un mes de trabajo, el Auditorio Barañáin acoge este viernes El baile de los años (20.00 horas), un proyecto en el que distintas generaciones se mezclan, se tocan, se miran... y bailan. Sting, Tchaikovsky, Juan Luis Guerra, Mozart o Aretha Franklin. Les da igual. Ellos se mezclan, se tocan, se miran y bailan. Una niña de 10 años, tres adolescentes, tres adultos profesionales de las artes escénicas y las 12 personas mayores, protagonistas de la función por goleada.
La propuesta de Ados Teatroa va de eso, de dar voz a los que generalmente no la tienen con
Derechos Humanos a Escena, un proceso de transformación social a través de las artes escénicas que
impulsó en 2016. Este año el foco está en los mayores como colectivo en riesgo de exclusión
social. Nuestra premisa es que juntos estamos mejor
, explica la directora Garbiñe Losada. Y
el productor José Antonio Vitoria insiste siempre que puede en esa reflexión sobre la vejez y su
encaje en la sociedad, tan importante como el espectáculo que culmina el proceso. Ahí queda y algo
deja.
A mí de repente me dicen: vas a bailar. Y yo acojonadica. Pero acepté porque es una
oportunidad que me ofrece la vida
, relata Elena Úriz, de 73 años. Es cierto que tenemos
la edad que tenemos. Pero cuando la gente se plantea qué es la vejez, nosotros somos la
demostración de que la vejez tiene vida. No es estar a expensas de hijos ni nietos. En este
proyecto me siento joven y contenta. Y soy yo
, dice. Mi abuela decía que viejas son las
cosas, no las personas
, apunta por su parte Isabel de Diego, de 79 años. En casa le llaman
la abuela yeyé porque estoy siempre de aquí para allá. Y esto no va a ser lo último, vendrán
más cosas. Me encuentro muy a gusto, feliz y contenta de participar en este evento
, cuenta
tan feliz y contenta. Lo más bonito es esa unión entre tres generaciones. Bailo con los que
podrían ser mis nietos
, expresa.
A Bixente, de 72 años, su neuróloga le pregunta que qué ha hecho. Le encuentra anormalmente
bien
. Incluso le ha quitado una pastilla de dopamina. Cuando era jefe de un grupo grande de
personas, era el señor Apeztegia. Ahora soy Bixente. Y no hay color. El párkinson me ha quitado
el sentido del ridículo y el control de las emociones
, reconoce doblemente desinhibido:
En esta historia de la farándula se pierden complejos. Te abrazas, te besas…
. Al señor
Apeztegia no le iba el baile. Pero Bixente probó a hacer danza con Becky Siegel y me dijo que
bailaba muy bien. ¿Yo bailar? En la puñetera vida. No era lo mío y ahora sí. Es la actividad que
más me beneficia
. Tanto es así que le llama danza curativa. Vengo por puro egoísmo. Y
además estás con gente encantadora
, confiesa.
Por su parte, a Marian Yunta (71 años), antigua campeona de España de esquí, no le frenan ni una
placa de titanio ni la fisura que se hizo una semana antes de los ensayos. Esquí, senderismo,
montaña, bici, danza... Las únicas barreras las pones tú
, argumenta con una seguridad que
asusta. Y María Luz Yunta (77 años), fichada después de bailarse un rock and roll con bastón en
las bodas de oro de su prima Marian, tenía tres ilusiones en la vida: montar una peluquería, dar
clases de cocina y el mundo de la farándula
. Está cumpliendo todas. Me pueden surgir más
cosas, pero este era el tercer evento. Y aquí estoy. No sé si lo hago bien o mal, pero disfruto
horrores
.
Con los sinvergüenzas
La coreógrafa de Denver Becky Siegel emplea desde hace tiempo la danza como herramienta
terapéutica para personas con esclerosis múltiple, párkinson, etc... Y ha encontrado en El Baile
de los Años un proceso muy rico y emocionante. ¡Ha sido tan fácil conectar!
. Este viaje
también es el suyo, desde los recuerdos de su niñez a la edad adulta. Me considero ya del club.
La cuestión es perderle el miedo a envejecer, algo que ojalá nos toque a todos. Mirarlo de
frente y decir, ¿qué voy a hacer con esta etapa?
. Siegel, que ha trabajado estructuras
coreográficas sobre las que improvisar, se ha querido rodear de sinvergüenzas. Es el privilegio
de estar con gente mayor. La maravilla de llegar a un momento en que se empieza a perder la
vergüenza, el qué dirán. Es una gozada. Podemos trabajar cosas sin romper esas barreras
.
También alude al poder transformador de las artes y asegura que cada vez la sociedad reclama
una vida así, más bailada
.
Fomentar esa conexión
Debería haber más relación entre jóvenes y mayores. Porque si no fuera por estos momentos
puntuales no nos juntamos. Ves pasar a un joven, un joven ve pasar a un mayor, y ahí nos
quedamos. Los mayores también tenemos culpa de eso
, explica Conchi Astiz, de 67 años.
Estoy encantada con eso de juntarte con gente joven, niños... Estoy pendiente de que llegue el
día de ensayar porque me lo paso bomba. Es un proyecto muy bonito, y debería haber más cosas de
estas. Que pudiéramos vivir más cosas juntos
, opina María Cruz Irurtzun (66 años).
Lo que quiere transmitir el proyecto hacia afuera es que estamos aquí. Somos personas mayores,
no una cosa que se deja ahí arrinconada y ya está. A las personas mayores nos dejan un poco de
lado. Ya has vivido lo que querías o lo que te han permitido, y ahora ya como que te quedas un
poco fuera de lugar. Eso cuesta asimilarlo
, añade Delia Bermejo, de 67 años. No debió de
pensar igual el alumnado de Bachiller Artístico de Alaitz y de Atención a Personas en Situación de
Dependencia de la Escuela Politécnica, presente ayer en el Auditorio. Me están dando ganas
hasta de envejecer
, dijo una joven al finalizar el ensayo.
Ana Eslava, Iruñea - 2018ko otsailak 21
El baile de los años lana artearen bitartez gizartea eraldatzea helburu duen dantza ikuskizuna da. Ados antzerki taldearen Giza Eskubideak Oholtzara proiektuaren barruan sortu dute, eta La Caixa banketxearen Art for Change egitasmoan aukeratu duten hemezortzi lanetako bat da. Atzo aurkeztu zuten proiektua, eta martxoaren 2an eramango dute jendaurrera, Barañaingo auditoriumean (Nafarroa).
Jose Antonio Vitoria Ados antzerki taldeko kideak azaldu duenez, 2016an taldean erabaki zuten, antzerkiaz gain, arlo soziala ere lantzea. Bazterketa arriskuan dauden gizarte taldeak arte eszenikoekin harremanetan jartzea otu zitzaien, elkarlanaren bitartez, berdintasuna bultzatzeko. Lehenengo saioan lanerako eskubidearen inguruko antzezlan bat sortu zuten, langabezian zeuden atzerritarrekin. Oraingoan, berriz, dantza ikuskizun bat prestatu dute, adineko pertsonekin. «Uste dugu gizarteak pertsona helduak bazter batean uztera jotzen duela; horregatik, adin guztietako jendea elkartu nahi izan dugu, hausnarketa bultzatzeko», adierazi du Vitoriak.
El baile de los años lana La Caixako Gizarte Ekintzaren Art for Change egitasmoak hautatu dituen hemezortzi lanetako bat dela azaldu du Oscar Insausti La Caixako kideak: «Sormen artistikoa eta gizarte eraldaketa uztartzen dituzten proiektuak babesten ditugu, eta lan honek hori egiten du». 2017ko deialdian, 224 proposamen aurkeztu zituzten, eta aukeratutakoen artean dago Ados taldearena. Gainera, diru laguntzarik handiena jasoko du: 25.000 euro.
Vitoria da ikuskizunaren produktorea; Garbi Losada eszena zuzendaria da; eta Becky Siegel, berriz, koreografoa. Vitoriak azaldu duenez, ikuskizuna prestatzen hasteko, partaideei hitza eman nahi izan zieten: guztiak elkarrizketatu zituzten. Solasaldi horietako irudiekin eta entseguetan eta emanaldian grabatutakoekin, dokumental bat sortuko dute.
Bestalde, dantza prestatzeko, Siegelek «koreografia finkoa eta egituratutako inprobisazioa» nahastu ditu. «Oinarri sendo eta finko bat egin nahi izan dut, partaideek nahierara dantzatzeko aukera izan dezaten», azaldu du. Entseguak egiteko zailtasunak izan dituztela esan du koreografoak, dantzariak oso adin ezberdinetakoak izanik ordutegiak adostea konplexua izan baita.
Siegelen hitzetan, hainbat belaunalditako pertsonekin lan egitea «sekulako gozamena» izan da. «Asko aberastu gaitu, batzuk besteongandik ikasi dugulako». Halaber, obra «tabuak, beldurrak eta estigmak» kentzeko baliagarria izango dela uste du, ikusleari gogoraraziko diolako pertsona guztiak helduko direla zahartzarora. «Bizitzaren aro guztiak zabaltzen dira agertokian, eta aurpegira begiratzen diote elkarri».
Sortze prozesua emaitza bera bezain garrantzitsua izan dela esan dute antolatzaileek. «Bidea oso aberasgarria izan da, eta jende asko mobilizatu du», adierazi du Vitoriak. Emaitza martxoaren 2an eramango dute jendaurrera, 20:00etan, Barañaingo auditoriumean. Ondoren, Euskal Herri osora zabaltzeko asmoa dute.
Miércoles, 21 de febrero de 2018
"El baile de los años" ha puesto a trabajar en una resisdencia artística, entre el 29 de enero y el 2 de marzo en al auditorio de Barañáin, a profesionales de las artes escénicas y a personas mayores (como colectivo en riesgo de exclusión), jóvenes y niños, en un proceso creativo centrado en la interacción entre generaciones que culminará con la escenificación de "Derechos Humanos a escena: El baile de los años" el 2 de marzo (20 horas; entradas: 5 Euros).
Miércoles, 21 de febrero de 2018
Barañáin - La “pedrada” de Ados Teatroa, en boca de su productor
José Antonio Vitoria, es generar un entorno de reflexión con su programa Derechos Humanos a
Escena, iniciativa que vio la luz en 2016. En esta ocasión el colectivo en riesgo de exclusión
sobre el que se ha puesto el foco es el de las personas mayores. El Baile de los años se sirve de
las artes escénicas, en este caso la danza, como herramienta de transformación social. Y en la
residencia artística que acoge el Auditorio Barañáin tan importante es el espectáculo final
como el proceso y todo lo que genera
, detalló Vitoria.
El Auditorio acogió ayer la presentación en sociedad de esta propuesta artística en torno a las
relaciones entre distintas generaciones, trabajo que culminará el próximo 2 de marzo con el
estreno del espectáculo (20.00 horas). Una docena de personas mayores con muchas ganas de danza
ejerce de indiscutible protagonista, pero comparte tablas y coreografías con todas las
generaciones que les siguen sin alcanzarles en canas, empezando por una minúscula bailarina de 6
años, tres adolescentes o los adultos -profesionales de las artes escénicas- Montse Zabalza, Ion
Barbarin y Txori García Úriz. Nuestra tesis es que juntos estamos mejor
, defendió ayer la
directora del espectáculo Garbiñe Losada frente a las prisas de una sociedad que aparta a la
gente mayor, como ellos mismos nos cuentan
.
La coreógrafa estadounidense Becky Siegel (Kon Moción), que ya ha desarrollado previamente
programas de danza para personas con esclerosis múltiple o Parkinson, pone en esta ocasión sus
conocimientos al servicio de un proyecto convertido en un encuentro riquísimo. Todos estamos
aprendiendo mucho;los mayores de los jóvenes y los jóvenes de los mayores. Y está siendo muy
fácil
, expresó Siegel sobre el proceso, un flechazo inmediato con unas conexiones muy
profundas
, comentó agradecida.
Begoña del Teso
La controvertida "Marea humana" de Ai Wei Wei con sus cientos de minutos, sus miles de refugiados, sus decenas de drones y de cámaras estaba llamada a ser el bombazo de la noche inaugural pero resultó que un cortometraje rodado en Pamplona le robó el momento al artista vagamundos chino, le robó los aplausos y les robó el corazón a los espectadores noctivagos del Victoria Eugenia.
"El baile de los años" viene firmado por Acrónica Producciones, asociación de maravillosos maleantes audiovisuales formada por tres hermanos, los Bernués Súarez. En enero aceptaron el reto, el envido lanzado por la no menos peligrosa gente de Ados Teatroa (penúltima aventura: "Diblindarrak"). Garbi Losada, José Antonio Vitoria y demás pandilleros escénicos estaban (están) implicados en un proyecto llamado "Derechos humanos a escena" consistente en hacer de las tablas, la caja negra, el espectáculo, la cuarta pared un arte y una pasión inclusivas. Llevan tiempo en el afán y el planteamiento para 2018 era poner a medio mundo a bailar. En compañía del otro medio mundo. Profesionales de la danza y el teatro junto a personas que tal vez no habían bailado desde sus tiempos de discoteca o desde su boda. Gente mayor de esa que se diría arrinconamos en las esquinas de nuestros mundos. Gente con Parkinson. Chavalas de 10 años y seres humanos de 82. Sin distingos ni remilgos. Todos en paridad de condiciones. Sobre un escenario. Coreografiados por una dama de Denver, Colorado, afincada en Iruñea desde el siglo pasado: Becky Siegel.
Los Bernués-Suárez plantaron la cámara en los ensayos. En la primera actuación en Barañain. En la Palza del Castillo. "El baile de los años" se acabó de rodar el miércoles, se envió a Donostia Kulturea el jueves, se probó en sala a las 13:05 del viernes y se estrenó a las 22:45 de ese mismo día. En presencia de la mayoría de sus intérpretes que aun no lo habían visto pero ya preguntaban en el Vitoria Café cuál será su recorrido por las pantallas del mundo. De su maestra de baile y la plana mayor de Ados Teatro. En las primeras horas del domingo resultó que este filmillo felíz le había robado la noche a Wei Wei.
Bizigiro
Atzekoz aurrera. Becky Siegel. Dantzaria eta koreografoa
«Bakoitzaren dantza bilatzen aritzen naiz»
Kon Mocion konpainiako zuzendari, koreografo eta dantzaria da Siegel. Dantzari ibilbide luzeak gaixo kronikoekin eta elbarriekin lan egitera eraman du. 'Sobre ruedas' obra aurkeztu du orain.
2016-06-03 / Iker Tubia
«Oztopoak gainditu nahi dituen dantza emanaldi bat eskainiko dute gaur Zizur Nagusiko (Nafarroa) kultur etxean, 20:00etan: Sobre ruedas (Gurpil gainean). Becky Siegel da zuzendaria (Denver, Colorado, AEB), eta haren konpainiako dantzariak eta LUA gurpil aulkiko dantza taldea batu ditu. «Minutu gutxian ahantziko dugu agertokian gurpil aulkiak daudela».
Dantza terapia bat da?
Dantza terapia da edo artea da? Ni erdian nago. Garrantzitsua da banatzea, baina gauza asko nahasten dira. Zuzendariak edo irakasleak bere ikaslea aztertu, eta ikusi behar du harekin egin beharreko lana gertuago dagoen terapiatik edo emanaldi batetik. Baina, noski, dantzak beti-beti ditu eragin terapeutikoak, oholtza gainean ere bai: aldartea eta egoera fisikoa hobetzen ditu.
Zer sentiarazten du dantzak efektu hori lortzeko?
Nik uste dut mundu guziak duela behar erritmiko hori, eta denbora eta espazioaren kontzientzia hori azaltzeko beharra. Gainera, gure gorputzarekin, gure arimarekin eta emozioekin lotzeaz gainera, besteekin harremanetan jartzen gaitu, eta horrek asko sendatzen du.
Esklerosi anizkoitza duten pertsonendako, adibidez, zer esan nahi du dantzatzeak?
Izugarria da. Lehenik, sorpresa bat da, ez zutelako uste hori egiteko gai zirenik. Aukeraz beteriko mundu bat zabaltzen zaie. Ni arkeologo bat bezalakoa naiz; bakoitzaren dantza bilatzen aritzen naiz, haien aukerak bilatuz. Dantza txingarrak pizten saiatzen naiz, eta mugimendu txikiena ere bilatzen dut aukera sorta zabaltzeko. Ikasle batzuek oso mugikortasun gutxi dute, eta beste tresna koreografikoak bilatu behar dira; espazioa osatzea, kasurako.
Elbarriek aukera eman dizute mugimendu gehiago ikertzeko?
Hori da. Guk inprobisazioa dugu abiapuntu, eta lengoaia berriak aurkitzea eta ulertzen ikastea dugu helburu. Beraz, beste gaitasun edo ezgaitasunak dituzten pertsonekin elkartzea aberastasun iturria da. Lan honetan onena zera da: topaketa horretan ezberdintasuna ez dela arazo, baizik eta aukera.
Zailagoa da gorputza mugitzeko mugak dituztenekin obra bat muntatzea?
Bai, erronka bat da. Orain egiten ari naizena nire bizitzan egindako guziaren ondorio da. Orain, gai sentitzen naiz erronkari heltzeko. Egunero ikasten dut. Baliabide asko bilatu behar ditut zerbait interesgarri eta eder sortzeko.
Pertsona horiek ez dute mugarik taula gainera igotzeko?
Zoritxarrez, gaur egun, oztopo asko daude. Irakasgai ederra da jende honekin lan egitea, ikasten dudalako zenbat borroka egin behar den oztopoak gainditzeko. Biziki espero dut proiektu hau zabaltzea, agian horren bidez ezgaitasuna duen pertsonaren batek amestu dezakeelako dantza egitearekin. Geroz eta arruntago egin behar dugu ezgaitasuna duten pertsonen presentzia taula gainean eta alor guzietan.
Zure lan ibilbideak nola eragin du oraingo lanean?
Lanbidea gutxika ikasi dut, eta baita inguruan nituen pertsonekin lan egiten ere. Izan ditut inoiz dantza egin ez duten ikasleak, eta horiei atera behar izaten diezu barnean dutena. Esanen nuke denek dugula ezgaitasunen bat, eta dagoeneko ikasia nuen nola lan egin bakoitzarekin haien onena ateratzeko.
Zaila zaigu imajinatzea gurpil aulki batean dantza egitea...
Uste dut harritu egiten duela, eta hori da gure obraren helburua. Ez da deus azaldu behar: ikusten den dantza ulertzen da. Bestearekin topatzearen miraria da, ni-a gainditu eta zurekin oso ezberdina den norbaitekin konektatzeko muga gainditzea. Hausnartzera garamatza.
Lengoaia oso ezberdina da?
LUAko dantzariekin lantzen ditudan kontzeptu teknikoak edozein dantzari profesionalekin lantzen ditudanak dira, baina, noski, haien errealitateari moldaturik. Hanka mugitzerik ez badu, ez diot hanketako lana eskatuko, baina enborra lantzen dugu, ardatza bilatu, eskuen eta besoen erabilera zuzena ikasi, arnasketa landu, edo aulkia nola mugitu ikusi. Aulkia bere gorputzaren parte da; beraz, hura mugitzeko keinua ongi egin behar du, dantzaren parte gisa.
En "El apuntador", entrevista a Becky Siegel, que estrena en Zizur Mayor el viernes un espectáculo de danza integradora.
En "El Apuntador", entrevista a la coreógrafa Becky Siegel para hablar de Sobre ruedas, espectáculo de Kon Moción y la Asociación AMIMET en el que personas en sillas de ruedas y otras con diferentes capacidades danzan juntas. Y, además, la agenda con las recomendaciones de teatro, música clásica y danza para el fin de semana en los distintos escenarios navarros.
BECKY SIEGEL HA DESARROLLADO DURANTE ESTE AÑO UN PROYECTO DE INCLUSIÓN | PARA PERSONAS CON Y SIN DISCAPACIDAD
Un reportaje de Idoia de Carlos - Martes, 16 de Junio de 2015
Mejorar la movilidad y el estado de ánimo de las personas con discapacidad o superar su aislamiento conectando con otras a través de la danza son algunos de los beneficios que Becky Siegel ha descubierto en los últimos meses, en los que ha desarrollado un proyecto coreográfico de inclusión entre personas con y sin discapacidad que se presenta mañana en el Centro Huarte a las 19.30 horas, y en la que participan 10 bailarines de los grupos Lua y Kon Moción.
El germen de esta iniciativa, pionera en Navarra y que se ha consolidado durante este curso,
nació hace dos años. Todo bailarín sabe lo terapeútica que puede
llegar a ser la danza, y yo llevaba un tiempo intentando encontrar la manera de ayudar a la
gente a través de esta disciplina. No sabía cómo enfocarlo y hablé
con Ademna, la asociación de esclerosis múltiple de Navarra, sobre la posibilidad
de llevar a cabo un taller de danza
, explica Siegel. Tras los buenos resultados, en
otoño de 2014 la coreógrafa empezó también a trabajar con la
asociación Anapar, integrada por personas con parkinson, y después con Amimet
(personas con discapacidad física de la Ribera), entidad que cuenta con un grupo de danza
propio: Lua.
Había escuchado hablar sobre ellos pero no los conocía y, en cuanto los
conocí, decidimos empezar a colaborar
, comenta Siegel. Desde entonces, la profesora y
coreógrafa ha acudido dos veces al mes a formar a los miembros de este grupo en
técnicas de danza contemporánea e improvisación y, a su vez, ellos han
acudido a las clases de danza que Siegel imparte en el Centro Huarte y a las que acuden sobre todo
personas sin discapacidad. Es en estas sesiones conjuntas (con pretensión
terapeútica pero también artística) donde se han creado las piezas
coreográficas que mañana se representarán en el Centro Huarte.
Hemos tenido poco tiempo, pero hay una riqueza de lenguajes y ganas de aprender
Mi carrera me ha dado muchas satisfacciones, pero ninguna tan grande como este
proyecto
Becky Siegel
Coreógrafa y profesora de danza
Hemos tenido poco tiempo para trabajar juntos, pero desde el principio había un
feeling extraordinario y muchas ganas de aprender mutuamente. Hay una riqueza de
lenguajes diversos y todo el mundo se puede empapar de esa riqueza. Y creo que merece la pena
mostrarlo. Es una muestra de a donde hemos llegado este curso pero es solo un comienzo
,
asegura Siegel.
Devolver un “regalo”. Aunque en la muestra del Centro Huarte participarán
bailarines de Lua y Kon Moción, durante el curso más de 40 personas con discapacidad
han acudido a bailar a los talleres que Siegel ha realizado con las distintas asociaciones y
entidades navarras. Este proyecto global, en quien la coreógrafa confiaba desde el
principio, ha superado incluso las expectativas que ella tenía. Me veía capaz de
enfrentar este nuevo reto y de buscar la danza de cada persona, las danzas escondidas. Pero la
iniciativa ha superado mis expectativas: nunca esperaba que iba a ser tan potente y que
viéramos mejorías tan increíbles
, afirma la coreógrafa.
De hecho, Siegel se atreve a definir esta experiencia como la más gratificante de su larga
carrera. Estoy muy contenta, mi carrera me ha dado muchas satisfacciones, pero ninguna tan
grande como este proyecto. Tengo la suerte de haber podido dedicarme a la danza como un regalo
que me han hecho, y ahora tengo que devolver ese regalo y dar alegría a los
demás
, comenta la profesora de danza.
Este trabajo con las asociaciones se ha plasmado además en un vídeo (Bailar
desde quienes somos) realizado por Jesús Iriarte y Mikel Navarro y que ya ha
recibido más de
30.000 visitas. Es una joya y me están escribiendo de sitios de todo el planeta.
Está gustando mucho y es un vídeo muy fiel que muestra las distintas vertientes:
el trabajo con parkinson, el trabajo con esclerosis y el trabajo con Amimet y Lua
, resume
Siegel.
Bizigiro
ATZEKOZ AURRERA. Becky Siegel. Dantzaria
«Ezinduekin lan eginez ikasi dut zertarako balio duen dantzak»
Dantza inklusiboa izan dadin lanean ari da Siegel. Lanak konpromisoa, sormena eta hausnarketa eskatzen dituela dio, baina oholtzan emandako urteek baino gehiago betetzen du.
2015-11-27 / Ainara Arratibel Gascon
«Pertsona guztiek egin dezakete dantza, hala nahi badute». Becky Siegel dantzariak (Denver, Kolorado, AEB, 1959) hala azaldu du dantza inklusiboaren abiapuntua. Horixe izango du hizpide, Gipuzkoako Kirol Egokituen Federazioak antolatutako formakuntza ikastaroaren barruan igandean emango duen hitzaldian».
Nola lortzen da dantza bat inklusiboa izatea?
Garrantzitsuena dantzatu nahi duen pertsona horrek dituen beharrei erreparatzea da. Dantzak berak moldaketa desberdinak eska ditzake, dantzariaren beharren arabera. Batez ere konpromisoa, lana, hausnarketa, pazientzia eta sormena behar dira. Garbi izan behar da pertsona guztiek egin dezaketela dantza, nahi badute. Dantza irakasle on batek tresnak izan behar ditu, ezintasuna duen pertsona bat eskolak jaso nahi dituela esanez joaten bazaio, aukera hori emateko.
Eskolak amaituta, aukera izaten al dute kanpoan dantzatzeko?
Dantza egiteko areto gehienak ez daude egokituta, ezta dantza eskolak ere. Hori aldatuz joatea da erronka. Jende askok uste duenaren kontra, eskola hauetara etortzen diren asko ez datoz soilik arrazoi terapeutikoengatik, baizik eta dantzatzea atsegin dutelako eta dantzatuz disfrutatu nahi dutelako.
Dena den, dantzak ez al du terapia parte bat haientzat?
Txantxetan, askok esaten didate botiketan eman zezaketen gauzarik onena dela dantza. Fisikoki hobetzen laguntzen die, eta mina arindu. Psikologikoki, berriz, alaiago daude. Oraindik, dena den, mediku gutxi daude honetan sinesten dutenak. Baina hori ere aldatuko da.
Berrogei urte daramatzazu dantzatzen, eta konpainia eta agertoki askotan aritu zara. Orain, ordea, inoiz baino zoriontsuago zaudela diozu. Zergatik?
Dantza profesionalean eman ditudan urteak gogorrak bezain aberasgarriak izan dira. Baina lan hau opari bat da. Niretzat, ezintasunak dituzten eta ez dituzten dantzarien arteko trukea da zoragarriena. Une hori magikoa da; erabateko zentzua ematen dio egiten dudan lanari. Muga bat zeharkatzea bezalakoa da, eta desberdintasunaz, diferentziaz gozatzea. Desberdintasuna, ezintasuna, ez da arazo gisa ikusi behar, baizik eta aukera gisa, estimulu gisa.
Oholtzaz, hortaz, ahaztu zara?
Oholtza gainean egoteak poz handiak ematen zizkidan, baina baita frustrazio eta kezka ikaragarriak ere. Izan ere, oso zaila da perfekzioa lortzea. Zoragarria da presio hori albo batera utzi eta egun bakoitzean zure ikasleek zenbat ikasten duten ikustea. Egun bakoitza da aberasgarria, sormenez betea. Gainera, oso pozgarria da ikustea esklerosia duen ikasle batek lehen baino zurruntasun gutxiago duela, edo iktusa izan duen bat lehen baino hobeto mugitzen dela. Ezinduekin lan egiteak balio izan dit dantzak zertarako balio duen jakiteko. Esperientzia zuzena, purua da. Teknikoki ere bide berriak zabaldu dizkit.
Zure ezintasunak oso baliagarriak izan omen zaizkizu lanerako.
Dantzariak erloju biologikoaren menpe gaude. Ni duela hamar urte energia gabe nengoen, eta fisikoki ere adinaren eragina beti nabaritzen da, baita lesioak ere. Zure ezintasunez jabetzen zara. Nik uste dut horrek lagundu didala haiei baikortasun mezu bat emateko, eta haien lekuan jartzeko.
Irakasle guztiek diote beti ikasten dutela zerbait ikasleengandik. Zuk zer ikasi duzu?
Egunero irakasten didate zerbait. Nik nire eskarmentua dut, baina, askotan, haiek ematen dizkidate egokitzapenak egiteko zantzuak. Haien jarduna ikusiz ere asko ikasten dut. Horrek guztiak nire lana aberasten eta fintzen du.
Euskal herritarrak ez omen dira oso dantzari onak.
Oso dantzari onak daude hemen, eta hemengo dantzak zoragarriak iruditzen zaizkit, nahiz eta gerritik gora zurrunegiak izan. Hona etorri nintzenean, egin nuen lehen gauza euskal dantzen ikastaro batean izena ematea izan zen. Oso gustuko dut jendearekin dantza egitea, eta, alde horretatik, hemengo erromeriak izugarri gustatzen zaizkit.
6. August 2015 by Casper Hernández Cordes
I stumbled upon this video on the Internet, and I was immediately overwhelmed by it.
I wrote Becky Siegel, who is the choreographer behind the project, and asked her if I could do an interview with her, and luckily she said yes.
Casper: Becky please tell us something about the path that led you to start working with people with chronic illness and/or disability.
Becky: I had a growing sense that I wanted to help people that were suffering,
through dance. It was so clear to me that dance is so therapeutic. All dancers know how we enter
the studio and how much better we feel when we are finished. So I thought that if dance was so
helpful for people who are basically healthy, the effect on
people who are struggling with serious health problems had to be tremendous. I had a student who
is a physical therapist at the Navarran association for Multiple Sclerosis and I asked her if she
thought that they might be interested in trying some work with dance and she thought they would
be. And that was how it began.
But I think on an even deeper level I had a sense that having
been able to dedicate my life [to dance] was a tremendous gift and that somehow I wanted to give
that gift back.
Casper: Thanks, Becky! I guess this raises a question about dance as therapy versus dance as an art form. Do you have any points on this?
Becky: That’s something that I think about a lot. And it can be very delicate. I think
it’s a question that must be addressed head on in this kind of work. I am not a dance therapist,
have no training in that area. I’m a trained dancer, improviser, choreographer, and teacher and
try to bring all my experience – of about 40 years – to this work that I have started doing in the
past 2 years.
On the one hand it is clear that dance is always potentially therapeutic, and that even the more
therapeutic practices are also very artistic, but I see very clearly that in the different facets
of the work that I do sometimes it is fundamentally therapeutic, and therefore totally about
process and not intended for an audience, while other groups that I work with consider themselves
dancers, or come to consider themselves as dancers, and have a desire to perform.
I myself am much more interested in the process than in the “result” (i.e. a performance), but
often the work is so exquisitely beautiful that I am very interested in sharing it, feel that it
is worthy of being seen by an audience.
So while I feel that dance always has that element of therapeutic benefits, I don’t feel that all
dance needs an audience. I think that dance that is primarily therapeutic is a private experience.
In the case of my work, it is a group experience so it is shared and witnessed by the other
dancers present and that is enough. On the other hand, when
one sits down to see dance as an art form, ideally one is not focussing on the fact that there are
dancers of different abilities but on the beautiful dancing and the great choreography. So the
great challenge for creating dance that is art when there are dancers with limited movement
possibilities is being able to transcend those limitations, to really
push their technique, as with any dancer, and to bring the greatest compositional skills possible
to the creative process. I work primarily with improvisation, so all my students are given tools
for finding their own languages as well as discovering choreographic possibilities.
In my work with illness and disability I find a difference in the way I teach depending on whether
it is more “therapy” or more “art.” The therapeutic focus implies that these are people who need
help and are, in some ways, dependent on me and my assistants to help them have a positive dance
experience. The closer that we can get to my students’
being actively engaged in the creative process the closer we are to creating dance as an art form.
The more that these students are able to
get beyond experiencing themselves primarily as disabled, the more they are able to get beyond the
self, the more that they are able to create art.
Casper: I would like to move on to the core of my interest in your work, namely the collective. Could you say a few words about what happens to group dynamics in your activities as a choreographer, teacher and dancer?
Becky: Being born and raised in the U.S. and having lived and worked in Spain for the past
28 years I have the opportunity to understand these two very different cultures, and their very
different realities when it comes to the self and the group. The U.S. is an essentially
individualistic culture while Spain is fundamentally social. Working in dance, I am very focussed
on the relationship between the self and the group and place great emphasis in my training on the
dancers’ being able to reach their fullest potential as individuals, attain a true consciousness
of the self, and at the same time have a total awareness of the group. Attaining this balance can
be very challenging: there are people who are not able to transcend the self and others who are so
focussed on the group that they lose themselves, but my work deliberately addresses this
question.
As a choreographer I find it most difficult to achieve this balance in the group: I have
expectations that are perhaps beyond the dancers’ capabilities; the dancers are often immersed in
their egos, trying to get the choreography “just right.” It can be a very long road before the
dancer is able to transcend the self, get beyond their focus on their
own performance and truly understand the whole.
When I myself was a young dancer I used to get terrible anxiety before performances. Then I
remember the first time that I made a piece of choreography that I liked: I felt part of something
larger than myself, that my performance wasn’t what mattered but rather the work itself. And I
stopped getting so nervous before a performance.
In my teaching of group improvisation I feel more successful at helping dancers to reach this
happy balance than when I am directing my choreography projects. We work on it everyday, starting
out with individual exercises to explore each students’ possibilities. The transition to group
work can be difficult, changing that focus from inward to outward without losing the self. But we
all see the results when we are able to make that shift and they are very beautiful.
Curiously, the work with disability seems to make it easier to make that shift. It seems that the
challenge of the difference of languages awakens the outward focus: without turning into
condescension, there is an automatic empathy and excitement, equal on both sides of the mixed
ability spectrum. At the same time, this challenge requires that the dancers be able to count on
their own technique, so they are immediately in tune with their finest abilities. Somehow, this
work brings out the best in all my students and brings them closer to this exquisite balance
between the self and the group.
Another interesting thing happens in these groups: the students with more experience instinctively
“teach” the less experienced ones: through their good example they instruct the newcomers in the
art of choreographic improvisation (this is true regardless of whether it’s a mixed-ability group
or not). Over the years I’ve loved witnessing how naturally the more experienced improvisors take
on this role and essentially welcome the newer students through dance. They become teachers in a
way; it’s like a passing on of knowledge from generation to generation.
As for how these group dynamics carry on into the other areas of our life, I’ve seen how my
students have become dear friends, will sometimes go on vacation together, will welcome any
occasion to dance together. They are my dear friends, too. And we all notice how much we need to
apply the lessons that we are learning in the studio to our lives outside the studio, namely the
ability to maintain that balance between the self and the other in our relationships, in our
families; how to have relationships without losing ourselves.
And I’ve also seen how my students have carried on these ideas into their own teaching as they, in
turn, have become teachers.
Becky Siegel has been teaching dance for more than three decades, both to professionals as well as to beginners. She was born in Denver, Colorado, but was raised in New York City where she received her dance training, studying classical Ballet and the modern techniques of Merce Cunningham and Martha Graham, and where she performed in the improvisational dance company of Richard Bull for several years. She has a degree in the Arts from Barnard College (Columbia University, New York) and a Masters in Performing Arts from the University Rey Juan Carlos (Madrid), where she wrote her thesis on the Sacred and the Profane in Dance. Becky has lived in Pamplona (Spain) since 1992, where she directs the companies Tempomobile – for whom she has created fourteen productions – and Kon moción, a semi-professional improvisational ensemble. In 2013 she created a dance program at the Navarran Association for Multiple Sclerosis (ADEMNA). In 2014 she created a similar one in the Navarran Association for Parkinson (ANAPAR). And in 2015 she began to collaborate with Lua, the dance group affiliated with the Association for persons with physical disability of Southern Navarra (AMIMET), teaching them modern dance technique, choreographic improvisation, and creating a collaborative improvisational project with the dancers of Kon moción.
Una gran lección
Efectos terapéuticos de la danza
Este es el testimonio de una gran bailarina que decidió compartir con el mundo su gran pasión. "Si la danza nos ayudaba tanto a los que somos básicamente sanos, tendría que ser aun más beneficioso para personas con serios problemas de salud", pensó. Nacía así "Danza para la salud", una actividad por la que la Asociación de Esclerosis Múltiple de Navarra (ADEMNA) decidió apostar desde el principio.
Por Becky Siegel
Soy bailarina, coreógrafa y profesora de danza. He tenido una carrera larga que me ha aportado mucha satisfacción: he dirigido dos compañías, he impartido clase a profesionales de muy alto nivel, he montado muchos espectáculos, pero ningún aspecto de mi carrera ha sido tan gratificante como el trabajo que llevo realizando desde hace casi dos años en la Asociación Navarra de Esclerosis Múltiple.
Llevaba un tiempo dando vueltas a la idea de cómo ayudar a la gente a través de la danza. El baile me ha ayudado a mí tanto en la vida; me ha acompañado en todos los momentos difíciles; me ha enseñado tantas lecciones vitales... Y durante todos los años de contacto con otros bailarines yo había percibido claramente el contraste entre cómo entramos en el estudio y cómo salimos; los efectos terapéuticos son innegables y me resultó igual de innegable concluir que si la danza nos ayudaba tanto a los que somos básicamente sanos, tendría que ser aún más beneficiosa para gente con serios problemas de salud.
Y así fue como empecé a desarrollar el proyecto "Danza para la salud". En ADEMNA se interesaron desde el principio por esta actividad novedosa. Comenzamos en marzo del 2013 para ver si funcionaba y en septiembre ya estábamos ampliando el programa. Ahora tenemos un grupo consolidado, con avances importantes, en el que los usuarios están logrando más movilidad y viviendo una experiencia creativa que les está aportando sensaciones muy positivas. Van profundizando cada vez más en la materia y se siguen sorprendiendo por todo lo que llegan a disfrutar, notando esa diferencia entre cómo entran y cómo salen del estudio de danza.
El trabajo se fundamenta en encontrar el baile de cada uno, dignificar su gesto, descubrir la belleza escondida a pesar de las limitaciones, a la vez que intentamos superarlas, ampliando las posibilidades de movimiento de cada alumno. Empezamos cada sesión con ejercicios para tomar consciencia del cuerpo mientras se moviliza. Los profesores trabajamos directamente con cada alumno para ayudarles a movilizar el cuerpo, según el nivel de limitación, siempre fomentando la máxima autonomía. La actividad está presentada de una manera inclusiva; los profesores estamos bailando con ellos, no para ellos, incluyéndoles como a cualquier bailarín más que está aprendiendo a bailar. Desde el primer ejercicio hasta el último, el trabajo está concebido artísticamente, no como mera actividad física, sino como un acto de improvisación creativo, estético, consciente e integrado con la música.
Después de esta toma de consciencia inicial empezamos a profundizar en conceptos coreográficos como el espacio, la forma, el ritmo, la expresión, el desarrollo, etcétera. Finalmente empezamos a trabajar en dúos y en grupo. Se trabajan conceptos como el unísono, el canon, tema y variación, siempre enfatizando la consciencia del cuerpo en el espacio y la conexión coreográfica con los demás bailarines. Es el momento clave para intentar estar plenamente presente cada individuo a la vez que se empiece a abrir hacia los demás. Y surgen coreografías improvisadas realmente bellas. Como por arte de magia, estamos todos los bailarines – tanto profesores como alumnos – inmersos en la creación conjunta, parte y partícipe en la composición, bailarín y coreógrafo a la vez. Mentes y cuerpos.
No sé quién ha aprendido más en este par de años que llevamos trabajando juntos, si mis alumnos o yo. Su valentía, sus ganas de seguir adelante son toda una lección de vida. Y cada día es un nuevo reto artístico: descubrir esas nuevas danzas, reinventar las formas, crear posibilidades de las dificultades, ponernos a prueba para sorprendernos con algo que ni siquiera habíamos imaginado.
Doy las gracias a mis alumnos Asun, Marian, Angelines, Marta, Fernando, Francis, Mertxe y Maite por todo lo que me han enseñado y por todos los momentos bellos que hemos compartido. A todo el equipo de ADEMNA por creer en este proyecto y por su tremenda capacidad de atender todas las necesidades de esta población. Y a mis compañeras de trabajo, Montse y Marié, que van aprendiendo conmigo cada día cómo devolver ese enorme regalo que es la danza.